domingo, 19 de mayo de 2013

DESARROLLO AFECTIVO (I)

Este es la primera de una serie de entradas en las que hablaremos largo y tendido sobre el desarrollo afectivo y todo lo que implica (definiciones, consecuencias...). Yo creo que puede ser muy interesante pero sin duda va a ser largo y a muchos puede que se le haga pesado pero intentaré hacerlo ameno.

Desde que los bebés nacen ya empiezan a relacionarse con quienes le rodean, por lo que los estimulos sociales son muy importantes ya que dependen de los demás para su supervivencia. Las necesidades afectivas de los niños van cambiando de una forma u otra a lo largo de su desarrollo, en cierto modo cuando nacemos somos 'unos interesados' pero es por pura supervivencia, respondemos a los estímulos que nos complacen y que necesitamos para vivir, es lógico.

TEORÍAS EXPLICATIVAS.
Es probable que a muchas esta parte no os interese nada, en ese caso sigue más abajo.
Diferentes autores han explicado como evoluciona el afecto, hablaremos de varios.

Wallon se centró en 4 factores: La emoción, el otro, el medio (físico, biológico y social) y el movimiento (acción y actividad). Pero también sugiere que los niños pasan por una serie de estadios y el paso de uno a otro no quiere decir que abandone las características anteriores sino que las integra en su personalidad. Los estadios de los que habla son:

-Estadio de impulsividad motriz y emocional ( del nacimiento a los 12 meses). Desde que el bebé nace su vida está dominada por las funciones fisiológicas -dormir, comer y moverse-. En esta etapa la madre tiene un papel importante a nivel emocional además de cubrir sus necesidades fisiológicas, el bebé va construyendo su individuo.
-Estadio sensoriomotor (de 2 a 3 años). En esta etapa el movimiento es fundamental y uno de los objetivos básicos. Los niños se mueven por estímulos que le dan placer y tiende a repetirlos. Esta actividad motriz consisten en la manipulación de objetos y la exploración, en esta etapa el niño se relaciona con los objetos del entorno y las demás personas.
-Estadio del personalismo (de 3 a 6 años). Aquí podemos subdividir, ya que es una etapa donde los niños toman conciencia de sí mismo e intenta afirmar su personalidad.
     1. Crisis del personalismo u oposicionismo (entre 2 y 3 años). Esta es la etapa que las mamás llaman 'Los Terribles 2' y no es más que un intento de afirmación, mostrando su insistencia en la propiedad de objetos, mostrando conductas de oposición a los deseos u ordenes de los adultos. Si no consiguen los resultados deseados los niños optarán por cambiar de estrategia y ahí llegamos a las muy conocidas y sufridas rabietas, donde el niño despliega todo tipo de técnicas para conseguir lo que quiere, poniendo a prueba al adulto. El adulto debe tener claro qué enfoque quiere darle a esta etapa ya que según esta ayudaremos o no a nuestros niños a controlar sus impulsos colaborando en la adquisición de la tolerancia a la frustración.
*Hoy en día cada vez hay más niños que se frustran en seguida, en nada ya tienen una rabieta monumental y eso pasa en mi clase, en la calle y en casa. Es una pena porque muchos padres no saben que hacer en estos casos y al final ceden. En el aula he tenido alumnos que cuando tocaba sentarse para hacer una actividad no querían y se quedaban de pie, al principio insistía en que se sentaran pero cambié de estrategia y decidí que si quería estar de pie entonces estaría de pie y se lo hice saber, fue entonces cuando de pronto todos querían sentarse y yo no se lo permitía -durante 1 minuto- y las rabietas eran de aúpa. Tras ese cambio de estrategia sentarse ya no es un problema*

    2. Edad de la gracia (3 a 4 años). El niño comprende que con las rabietas consigue reacciones negativas por el adulto, por lo que empieza a comportarse de una nueva forma, que es repetir las conductas que son toleradas y reforzadas por los adultos buscando la aprobación de estos usando todas sus herramientas. Hay muchos niños, sobre todo niñas, que cuando se ven reforzados por sus buenas conductas las repiten muy a menudo buscando siempre el reconocimiento y si no se lo das empiezan a portarse -en ocasiones- un poco mal.
    3. Representación de roles (desde los 5 años). Buscan la atención y aprobación del entorno, imitan a las personas que admiran (padres, madres, abuelos, maestras...).
Debemos educar a los niños en conductas prosociales, esto quiere decir que nuestras conductas no deben tener po objetivo una recompensa material, sino que deben ser en beneficio de los demás -tolerancia, solidaridad ..- y por tanto de uno mismo.

LOS VINCULOS AFECTIVOS.
Los vínculos afectivos son relaciones privilegiadas que establecemos con los demás. Implican afectos positivos en nosotros como en los demás e implican interacciones específicas y llevan asociados distintos tipos de procesos (cognitivos, afectivos y de socialización).

Como es evidente, los vínculos afectivos se amplían durante nuestra vida a medida que accedemos a distintos contextos sociales, compartiendo elementos comunes pero con distintas características. En este caso hablaremos de tres tipos de vínculos:
-El apego: Se forma desde los primeros meses de vida, entre los bebés y los adultos garantizando sus necesidades y la supervivencia.

-La amistad: Esta surge más tarde, y forma parte importante del conjunto de vínculos de un ser humano puesto que todos necesitamos de cierta ayuda en un momento u otro de nuestra vida. La capacidad para relacionarse con nuestros iguales va cambiando y pasa de ser una relación entre compañeros de juegos a una relación de apoyo mutuo. No es raro ver a niños ya de 4 o 5 años contándose sus cosas y dándose consejos unos a otros (especialmente en niñas), conductas que irán aumentando y cambiando a lo largo de su infancia, adolescencia y posteriormente su madurez. La amistad se puede condicionar por el entorno en el que se viva.

-El enamoramiento: Este tipo de vinculo implica unas pautas de relación diferentes con respecto a cualquier persona. Este vinculo se produce habitualmente a partir de la adolescencia  tiene un componente que no se encuentra en ninguna de las otras relaciones: la atracción sexual. Esta característica viene motivada por la tendencia biológica de perpetuación de la especie.


Para que la vinculación se establezca recurrimos de forma inconsciente a diferentes herramientas que nos facilitan el proceso:
-Conocimiento social (aprendemos reglas y códigos de relación).
-Afectos positivos (emociones que experimentamos con esas personas).
-Empatía.

Hasta aquí dejamos esta entrada, porque son muchas cosas, de verdad. En algunas iremos profundizando y otros solo serán mencionados.

Si quieres leer la segunda parte:
Desarrollo afectivo: Apego, evolución y tipos.


2 comentarios:

  1. Siiiiií, a mí me ha gustado! Siempre quiero conocer este tipo de cosas para tener una visión general. Sobre esa base luego pienso cómo aplicar los recursos con los que cuento para adaptarlos a la individualidad de mis hijos y de la etapa que atraviesan.
    Me gusta cuando hablas de las conductas prosociales!
    Feliz semana♥
    ¡Mamá qué sabe! (Es que no me deja comentar si no es de forma anónima)

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    Respuestas
    1. Jo mamá que sabe, no sabía que tenía este comentario por aquí. Está claro que lo primero es tener una base, y luego según tu estilo y tus principios aplicar la que creas que será conveniente para ti y tus pequeños.

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