domingo, 17 de agosto de 2014

El recién nacido: lo que nadie te enseña (I)

Cuando estudias (o incluso cuando no estudias nada sobre Educación pero te conviertes en madre) solo te enseñan un poco por encima los primeros 3-4 meses del bebé, que se presuponen disfrutarán sus padres y que poco más añaden sobre ellos porque en una escuela nunca nos encontraremos con bebés recién nacidos. El resto de la educación parte de los 4 meses en adelante, qué gran error.

Por mi naturaleza autodidacta y curiosa siempre me gusta ir más allá en los temas que me interesan o en los que me quiero especializar para ejercer mi profesión. Entre ellas está la Estimulación Temprana (en niños sanos y no sanos) que parte desde el nacimiento hasta que se prescinda de ella o el niño haya adquirido las destrezas que nosotros queríamos desarrollar. Toda esta información que había estado reteniendo en la memoria me vino de perlas cuando nació mi hijo, porque si no estuviese 'informada' hubiese estado neurótica consultando todas las cosas que le pasan en Google a la criaturilla.

Pero vamos allá, que me voy por las ramas. Lo que nadie te enseña del recién nacido....

1. Puede nacer con pelillo, lo que se llama el lanugo.
Esto, si te has leído algún libro durante el embarazo ya sabes de qué va, pero hay que recordar que hay madres desinformadas hasta el propio día del parto, y por otro lado están las educadoras -no madres- que hay temas de los que no saben tratar o comprender puesto que no han vivido esta etapa. En mi caso, como nació tres semanas antes, vino con algo de lanugo. Es más habitual en niños prematuros, cuanto más prematuro sea más lanugo tendrá ya que protección para su piel. No era una cosa exagerada, pero se le apreciaba un poco. Enseguida se le cae, igual que el primer pelito que tiene en la cabeza, asi que si encuentras pelillos en la ropa o en la cuna no pasa nada, son del bebé.

2. Los temblores.
Los temblores son de lo más habituales. Tendemos a alarmarnos porque más que temblores a veces parecen espasmos, pero hay que entender que ellos todavía no controlan los músculos de su cuerpo y es un acto involuntario. En muchas ocasiones sucederá cuando llore o esté un poco irritado por algo. En nuestro caso le venían durmiendo.

3. Cara hinchada. 
Si el bebé ha nacido por cesárea sin que la madre haya pasado por dilatación y pujos no suele nacer con ella hinchada, pero si la madre ha tenido un parto natural o incluso una cesárea después de los pujos es habitual que nazca con la cara hinchada, especialmente ojos y boca. Conforme van pasando las horas le va bajando, y lo habitual es que al día siguiente esté perfectamente bien.

4. Zonas blandas en la cabeza.
Aquí una pecó de novata. Sobra decir que todo el mundo (espero) sabe que la cabeza del bebé es muy delicada, las fontanelas no están selladas todavía y el cráneo es muy flexible para facilitar la salida por el canal de parto. Mi hijo nació por cesárea finalmente y cuando lo tuve en mis brazos hubo un momento en el que lo apoyé sobre mis piernas flexionadas mientras yo estaba semi tumbada (por la cicatriz) y tan solo fueron 3 minutos, cuando lo cogí otra vez tenía la cabeza totalmente deformada hacia atrás, pues donde estuvo apoyado cubrió el hueco con su cabeza. Nos llevamos un buen susto, pero se solucionó no poniéndolo más así.

5. El hipo.
Otra cosa frecuente. Recuerdo que esto le preocupaba mucho a mi pareja, y aunque yo ya sabía que no era nada a él si que le cogió 'desinformado'. El sistema respiratorio y digestivo del bebé es muy inmaduro todavía, por lo que fácilmente después de una toma puede tener hipo. No pasa nada, se le irá, aunque parezca angustiante. Lo mejor para ello es tenerlo sobre el pecho bien arropadito y pegadito.

6. Estornudos.
Los recién nacidos estornudan a menudo y durante las primeras semanas (incluso meses) para limpiar las vías respiratorias. No olvidemos que viene de un medio acuático, a mi por ejemplo, me molesta mucho el agua en la nariz.

7. Piel seca escamada.
No alarmarse, no pasa nada. Puedes dejarla como está (no se la quites, que le caiga sola) o puedes echarle un poquitín de nada de aceite para bebé (que NO sea mineral, mejor de almendras) o una gotita de crema hidratante. A nuestro bebé se le pelaron un poco los empeines, las muñecas y el pecho, a la hora de bañarlo solo usabamos aceite y para reforzar la piel una gotita de crema hidrantante. En dos días había desaparecido.


Por supuesto, ante cualquier duda, preguntad al personal sanitario. Y si eres educadora ante cualquier duda, no dejes de reciclarte, que siempre viene bien.

Un abrazo!

3 comentarios:

  1. Cuando una es primeriza le entran dudas ante cualquier cosa "rara" que le ves a tu bebé.... tener una base sobre el desarrollo de los mismos es una auténtica suerte y un factor positivo para no volverte una primeriza neurótica. En la facultad yo vi el desarrollo completo del bebé asique no le daba nada de importancia a ninguna de las cosas que hacían mis peques y claro.... a alguien se le ocurrió tildarme de dejada jajaja.... un besote y una entrada muy interesante.

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    1. Sí, todas las primerizas somos acusadas de neuróticas en un momento u otro, lo mejor es tener un pequeño conocimiento. Que conste y si te sirve de consuelo, a mi también me acusaron de dejada, es más, yo misma lo pensaba porque me comparaba con mi pareja que estaba siempre preocupado por cualquier detalle y a su lado me sentía un poco abandonada jajaja

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  2. Mira tú que interesante esta entrada... mis compañeras (trabajamos con bebés) que han sido madres, dicen que se han dado cuenta de no tener NI IDEA de lo que era un bebé a pesar de tanto estudio y tanta lectura hasta que no lo han tenido en sus brazos...

    Por cierto, yo con lo del pelo siempre he alucinado mucho, ¡¡menudo pelucón tienen algunos niños!!! :)

    besotes

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