miércoles, 10 de octubre de 2012

LAS RABIETAS: ¿Cómo, cuándo y por qué? (I)

Últimamente me he encontrado con distintas situaciones relacionadas con las rabietas, pero sin duda ha sido la preocuoación de la mamá de Princesita  la que ha terminado de animarme a escribir por fin sobre este tema.

Hablar de este tema siempre es un poco peliagudo, puesto que el personal suele situarse en una posición y otra, pero de esto ya hablaremos más adelante.


1. ¿QUÉ SON LAS RABIETAS?

Las rabietas no son más que una reacción agresiva ante la negativa a un deseo, especialmente del adulto, que puede dar lugar a distintas conductas como: tirarse al suelo, agredir (hermanos, padres, compañeros...), tirar objetos, tirarse del pelo, gritar...

Desde bien pequeños las niñas/os aprenden que el llanto es un buen recurso para reclamar la atención de sus padres o adultos que le rodean ya que es el único medio del que disponen durante un tiempo.
El problema surge cuando el niño lo usa con intención e indiscriminadamente para obtener recompensas. Recurrir al llanto y al enfado es la respuesta a la frustración de los deseos del niño.


2. ¿CUANDO?

Las rabietas comienzan al rededor de los 2 años y tiene por objeto afirmar su personalidad y demostrar su poder. Vamos, que se van probando a ellos mismos y ponen a prueba a todo el que rodea con más o menos éxito. Esta etapa es necesaria para ellos ya que intentan lograr su autonomía y reafirmació, debido a la adquisición de la conciencia de sí mismos y su propia identidad y la de los adultos que le rodean.

Para vuestro consuelo, la tendencia es a la desaparición hacia los 4 años.


2.1. CONOCIENDO A LA NIÑA Y NIÑO DE 2 AÑOS.

-Le gusta que las rutinas para comer, vestirse e irse a la cama sean las mismas cada día porque le da seguridad.
-Puede tener dificultades para tomar sus propias decisiones. Si le das a escoger, escogerá todo en lugar de una cosa.
-Intenta controlar su mundo y es posible que se vuelva mandón, tenso o rígido.
-Se frustra en ocasiones y es posible que pida chupete o se apegue a un juguete, tenga una rabieta o grite.
-Todavía puede costarle compartir.
-En ocasiones no acepta bien los lugares nuevos.

Como todo, esto no siempre es así, vosotras y vosotros mejor que nadie conoceis a vuestros hijos.


2.2. FACTORES.

-El temperamento juega  un papel importante. Los niños nerviosos tienden a expresar sus sentimientos de forma dramática, es probable que los niños con pautas de sueño o alimentación irregulares encuentren sus necesidades frustradas a menudo. 
-El ambiente: tensiones en la familia, depresión de los progenitores y la incapacidad de marcar lítimes firmes. 


2.3. COMO APARECEN.

-Durante los primeros meses de vida hemos atendido de forma natural algunos comportamientos (lloros, estar quieto, vómitos, caras tristes...) ya que son indicativos de que algo pasa, pero durante ese tiempo el niño ha aprendido que algunos comportamientos son siempre atendidos.  De esta forma usan la rabieta para conseguir algo.
-La repetición de estos comportamientos y de la obtención de lo deseado le enseña algo nuevo: si usan bien sus armas pueden obtener lo que desean de los adultos.


Como todo, esto no siempre es así, vosotras y vosotros mejor que nadie conoceis a vuestros niños.



3. ¿POR QUÉ?

Alrededor de los dos años las niñas y niños comienzan a sentir que el mundo es demasiado grande y abrumador, están inseguros de sí mismos y de sus esfuerzos e independencia.

A veces las niñas y los niños tienen rabietas cuando se sienten frustrados al no ser entendidos o bien porque no consiguen realizar una actividad que se habían propuesto (hacer un puzzle, montar una pieza en otra...)
Con la primera rabieta el niño descubre una forma de controlar a los adultos que les cuidan, ya que estos se agobian o se asustan y en numerosas ocasiones ceden ante sus exigencias. Con esto no estamos diciendo que los niños sean seres malvados y calculadores, pero los niños piensan y saben usar sus armas a su favor, como los adultos.
Esta etapa está relacionada con la llamada "Crisis de oposición". Puede ser que ésta no se de si le ayudamos a desarrollar sus capacidades para que pueda realizar tareas cotidianas por si mismo (vestirse, lavarse, comer, jugar...). Si le ayudamos aunque no lo necesite, no estamos ayudandole a que favorezca su autonomía y es probable que presente conductas de oposición.


La 2ª parte....




1 comentario:

  1. Estupenda entrada... y totalmente de acuerdo con ella... creo que como me dijo esta mañana la profe de Princesita "el temperamento le puede", afortunadamente solo es una etapa y la mayoría del tiempo es una niña "dócil" y sobretodo "abierta" a la hora de querer participar en actividades o jugar o lo que sea...

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